Tomás Lorenzo
MIS RECUERDOS DEL MILLET
En Las Oliveras cuando
comenzó el barrio, solo se había previsto hacer pisos. Asfaltar calles, el
alumbrado, el colegio, los trasportes, y demás servicios, no daba beneficios a los especuladores y por lo
tanto, en el barrio solo había pisos. Para llegar los vecinos a sus casas,
tenían que pasar por un sendero y esquivar las grúas de las obras, los tochos,
los tablones, ¡ah! y el barro cuando llovía. La escalera del bloque parecía que
estabamos siempre de obras.
En esta situación, los
padres que teníamos hijos en edad escolar, solo teníamos dos alternativas: los
llevábamos a una escuela privada, pagando, donde nos dieran plaza (si había) o
luchábamos para conseguir una escuela pública y gratuita en el barrio. Desde la
Comisión de Barrio optamos por la
segunda opción. Sabíamos que solo con lucha lo conseguiríamos.
Yo comencé a colaborar
con la Asociación de Padres el año antes de que mi hijo comenzara el colegio... CONTINUAR
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